jueves, 9 de julio de 2020

INTERVENCION SOCIO COMUNITARIA, UN APORTE DESDE LA PSICOLOGIA FRENTE AL COVID-19.





INTERVENCION SOCIO COMUNITARIA, UN APORTE DESDE LA PSICOLOGIA FRENTE AL COVID-19.

Psi. Antonio Salmon Lara Ponce.

Palabras Clave: Pandemia, covid 19,

A partir de enero de 2020, cuando se conocieron los primeros casos del nuevo coronavirus (COVID-19), comenzaron a desplegarse, primero en China, y luego lenta y progresivamente en el resto del mundo, instancias de seguimiento y reacción al brote viral. El 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo rector de Naciones Unidas para los temas de salud, declaró la pandemia. Los primeros casos de COVID-19 en América Latina y el Caribe se detectaron a comienzos de marzo, cuando se registraron los pacientes cero en varios países. En respuesta, todos los Gobiernos de la región han puesto en marcha medidas para frenar la propagación y varios de ellos han optado por la cuarentena y el confinamiento de las personas, en algunos casos de forma opcional y en otros obligatoria, mientras continúan abocados a la búsqueda de soluciones para detener la propagación del virus y mitigar sus efectos económicos y sociales. (CEPAL).
En este cuadro de estrechez fiscal, cuatro conjuntos de problemas relacionados con los sistemas de protección social acentúan los efectos de la pandemia. (cuadro presentado en informe de mayo 2020 de la CEPAL).
i)                Altas tasas de informalidad, aumento del trabajo por cuenta propia y brechas en el acceso a la protección social contributiva.
ii)              Pocos países cuentan con prestaciones de desempleo; en 2019, solo en ocho países de América Latina y el Caribe los trabajadores del sector formal tenían seguro de desempleo.
iii)             Los sistemas de protección social contributiva serán afectados financieramente por la mayor demanda de prestaciones de licencia por enfermedad por parte de los trabajadores del sector formal.
iv)             Será necesario ampliar los programas de protección social no contributiva que se financian con impuestos y apoyan a los más pobres a otras familias de bajos ingresos en riesgo de caer en la pobreza. La crisis sanitaria genera condiciones que exacerban la violencia de género, al tiempo que pone en evidencia la injusta organización social de los cuidados en la región donde se considera una externalidad y no un componente fundamental para el desarrollo. Los niños y las niñas que no pueden asistir a la escuela requieren cuidados que sobrecargan el tiempo de las familias, en particular de las mujeres, quienes dedican diariamente el triple del tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados en comparación con el que dedican los hombres a las mismas tareas. Más aun, las desigualdades de género se acentúan en hogares de menores ingresos donde las demandas de cuidados son mayores al tener más dependientes por hogar

Medidas anunciadas por los países para enfrentar la pandemia: Los países de la región han implementado medidas inmediatas para contener el virus, proteger la fuerza laboral y los ingresos de los hogares
 • Medidas de restricción y monitoreo de viajeros de zonas afectadas por el COVID-19.
 • Prohibiciones de vuelo (desde y hacia países específicos) y cierre de fronteras.
 • Aprendizaje a distancia y educación en el hogar (con asimetrías en la conectividad).
 • Distanciamiento social con cierre de restaurantes, bares, cines, promoción del teletrabajo y reducción del horario de oficina.
 • Fortalecimiento de la capacidad del sector de la salud en cuanto a camas, hospitales móviles y suministros médicos; la infraestructura de salud en la región está fragmentada y es insuficiente (poco más de dos camas por cada 1.000 personas).
 • Cuarentenas totales o parciales con acuerdos laborales que incluyen medidas legales para teletrabajo, reducción de horas de trabajo, introducción de horarios flexibles, vacaciones adelantadas y protección a los trabajadores de los despidos.
 • Protección de la fuerza laboral y de los ingresos mediante apoyo salarial para compensar pérdidas de ingresos con pagos adelantados, subsidios salariales o a través del fortalecimiento del seguro de desempleo, suspensión o reducción de los pagos de contribuciones de servicios de agua, gas y electricidad o a fondos de pensiones privados.
  • Protección social para reducir el impacto social en los más pobres mediante subsidios, transferencias de efectivo o pagos adelantados, programas sociales y mecanismos de protección social.
 • Apoyo financiero especial para pymes, otras empresas y el sector informal mediante la renegociación y la mejora de las condiciones de crédito bancario. Medidas monetarias, fiscales y sociales para evitar el colapso del sistema económico
• Medidas monetarias y financieras para preservar la liquidez de los bancos, apoyar el comercio y abordar deudas públicas y privadas; reducción de tasas de interés de los bancos centrales y apertura de líneas de crédito especiales, emisión de préstamos adicionales, ampliación de los plazos para el reembolso de los créditos (consumidores y empresas) o extensión de hipotecas.
 • Medidas fiscales que incluyen la flexibilidad para redirigir presupuestos estatales, proceder a la desgravación fiscal, retrasar los plazos de presentación de declaraciones de impuestos o exenciones de impuestos para ciertos sectores económicos;
• Medidas para preservar la capacidad productiva y crear condiciones para la reactivación de la actividad económica a través de mecanismos de liquidez para empresas, en particular para las pymes.
 • Medidas de expansión de los sistemas de protección social para llegar a trabajadores subempleados o autónomos, jóvenes, mujeres, niños, niñas y personas mayores. Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Ese es el panorama general que exige acciones para enfrentar desde la Psicología social comunitaria esta pandemia en el país es desde esa perspectiva que aquí planteamos algunas acciones, tanto de carácter social, como comunitario,
Estrategias sociales.
1.- Fortalecer el trabajo social y voluntario.
En esta etapa de la crisis y post Covid-19 es conveniente ir convocando, organizando y desarrollando capacidades de un cuerpo o masa de voluntarios que deberán ir a generar las acciones de promoción y prevención en los sectores mas empobrecidos de la población, asimismo para la asistencia directa de las necesidades básicas de ese sector de la población, esto debe articularse a los diversos niveles de gobierno, las oficinas de desarrollo social y de defensa civil en los gobiernos locales y regionales y el Ministerio de defensa desde el gobierno central,
El componente de Salud Mental es importante en esta etapa.
2.- Reingeniería en los programas sociales que apoyan a sectores vulnerables (urbano-rural).
Los programas sociales que están dispersos deben articularse, como son los del vaso de leche y comedores populares, así como los de desayuno escolar, los psicólogos deben trabajar aquí todos los aspectos ligados a generar hábitos alimenticios y de higiene adecuados en este grupo poblacional, tanto en el ámbito rural y urbano, así como aportar a la asociatividad y proyección a la sostenibilidad de estos programas a través de la auto gestión.
3.- Reingeniería en las acciones directas de mitigación en poblaciones vulnerables (urbano-rural).
En este momento es necesario trabajar los procesos de concientización de la población mas vulnerable y directamente impactada por la pandemia, no solo para brindar la información preventiva, sino el uso de los accesorios de prevención,  así como todo lo concerniente al distanciamiento social.
4.- Gestión de la movilización social y evaluación de su impacto en cada contexto y región.
Somos un país heterogéneo, bio diversos y pluri cultural, ello exige conocer los patrones culturales que generan la movilización social en cada región del país, los psicólogos deben ir desarrollando esos patrones conductuales que aporten a la toma de decisiones acorde con cada contexto socio cultural y económico.
5.-Gstión de la violencia social que se genera a partir de la recesión económica.
Es obvio que se nos viene una dura etapa de crisis económica, recesión principalmente, ello impactara principalmente generando desempleo y problemas con muchas empresas, por lo que es necesario ir organizando a la población a dos niveles, uno frente a la seguridad ciudadana, que exige una mayor presencia del ciudadano articulando su presencia con la policía nacional y el serenazgo, trabajando en los núcleos sociales de expulsión de violencia y criminalidad, desarrollando en esas zonas programas de Cultura de paz y de Buen Trato, así como desarrollando estrategias de mitigación productiva en dichas áreas, a nivel de desborde social, es necesario ir desarrollando programas de formalización de la población, así como de empleo temporal con obras locales de infraestructura básica a nivel urbano y rural, certificación de oficios y potenciar la agro exportación, que es una actividad de alta demanda de mano de obra,  en todas ellas el psicólogo debe desarrollar diversos programas de concientización y de desarrollo de habilidades blandas y de mejoramiento continuo.
6.-Trabajo con población migrante externo.
Frente a la migración de la ciudad al campo, el retorno de quienes ven la pobreza de nuestros pueblos, es mejor que la miseria de nuestras ciudades, actualmente la población se moviliza por no morir abandonado, solo, ante la incertidumbre (ni el suicida muere solo, deja una nota a su lado), hoy la seguridad que nos brinda el terruño es una conducta natural, por lo que el psicólogo social debe estar preparado para ese reencuentro y generar junto a ellos los procesos de reintegración y las oportunidades productivas a desarrollar. Aquí se puede integrar a la población de extranjeros en el país.
Estrategias comunitarias
1.- Desarrollo de las redes sociales virtuales para el apoyo socio emocional, a nivel urbano y rural.
La necesidad de desarrollar plataformas donde la presencia del psicólogo es importante para brindar soporte emocional, tanto a nivel individual, como grupal. El ser humano es un ser social , es su naturaleza.
2.-Apoyo en etapas de duelo y superación de la desesperanza aprendida desde los centros de salud comunitarias y trabajo volante.
La desesperanza aprendida es una actitud que se expresa ante la ausencia del Estado y las normas básicas de convivencia, factores que se presentaran en esta etapa post Covid-19, por ello la necesidad de la presencia del psicólogo social comunitario en campo, como pieza fundamental en ese proceso de atención primaria de atención que se debe impulsar.
3.- Programas de apoyo directo a la educación básica en comunidades rurales y periurbanas.
La necesidad de contar con la presencia del psicólogo social comunitario que aporte a el proceso de la educación remota, así como la articulación de la comunidad educativa a este proceso es importante.
4.- Generación de alternativas lúdicas, virtuales, presenciales y de recursos a nivel itinerante y puntos de referencia.
Organizar e implementar en áreas públicas o espacios comunales los centros juveniles, para integrar a la niñez y jóvenes a la organización y formación de nueva dirigencia y liderazgo, para la promoción de nuevas formas de convivencia social.
5.- Presencia del psicólogo social comunitario en actividades de desarrollo social, promoción y prevención a todo nivel.
El desarrollo de una Cultura preventiva pasa por la generación de programas específicos y esa es una acción a todo nivel de intervención en las políticas de Salud Pública que se deberían de implementar.

Es obvio que estas propuestas son enunciados a desarrollar con mayor amplitud y se dan en un determinado contexto, esperamos a futuro ampliarlas y profundizarlas. 










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